Cómo la dependencia emocional te hace infeliz y te hace perder la cabeza

Es posible que haya oído el dicho “somos lo que comemos”, pero ¿es realmente cierto? La respuesta es probablemente no. No se trata sólo de lo que pones en tu cuerpo, sino de cómo te hace sentir esa comida. La dependencia emocional es cuando dejas que algo afecte a tu bienestar al estar demasiado apegado a ello. Si eres dependiente de alguien o de algo, a menudo te hará sentir débil y vulnerable, que es exactamente lo que se siente cuando estás asfixiado por la ansiedad. La dependencia emocional es un rasgo humano común que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas. Si te encuentras constantemente preocupado por lo que los demás piensan de ti o repitiendo la misma historia una y otra vez porque te hace feliz, es hora de dar un paso atrás y preguntarte si este modelo de relación no te está funcionando. Busca otras opciones que te hagan sentir más independiente para que estos hábitos ansiosos no controlen quién o qué se convierte en tu nuevo mejor amigo.

¿Qué hacer cuando se es emocionalmente dependiente?

Si te sientes emocionalmente dependiente, es importante dar un paso atrás y reevaluar tu relación con esa persona o con algo. A veces, la única manera de salir de una situación es liberarse. Si no puedes liberarte de la dependencia emocional, lo mejor es que busques a otra persona que pueda ayudarte. Esto puede significar acudir a un profesional de la salud mental, a un terapeuta o a un grupo de apoyo.

Cómo saber si eres dependiente emocional

Hay algunas cosas que pueden ayudarte a distinguir entre la vida emocionalmente dependiente y la vida independiente. A menudo, las personas emocionalmente dependientes se verán abrumadas por sus preocupaciones y empezarán a depender de otros para que les cuiden. También pueden volverse sobreprotectores o ansiosos en sus relaciones.Las personas independientes a menudo serán capaces de manejar sus propias responsabilidades y no necesitarán que nadie se ocupe de ellos. También pueden aceptar mejor los cambios, lo cual es otro signo clave de que son autosuficientes.

La diferencia entre ser feliz y estar contento

Puede que pienses que estar contento es simplemente vivir el momento sin ningún tipo de estrés adicional. Pero si te preocupas constantemente por lo que los demás piensan de ti o repites la misma historia una y otra vez porque te hace feliz, eso no es vivir en absoluto. De hecho, es muy infeliz. Cuando estás contento, eres capaz de dar un paso atrás y mirar tu vida desde una perspectiva diferente. No estás encadenado por las preocupaciones y las inquietudes. Esta forma de vivir te permite estar más presente en tu propia vida y disfrutar de cada momento. También te permite centrarte en las cosas que te hacen feliz.

Por qué ser emocionalmente dependiente no es saludable

Ser emocionalmente dependiente suele ser poco saludable porque te hace depender demasiado de los demás. Cuando eres demasiado dependiente, te sientes inseguro y vulnerable. También puede resultarte difícil dejar de lado a alguien o algo que ha sido una parte importante de tu vida. Esto puede acarrear muchos problemas, como: sentirte abrumado y estresado, ser incapaz de tomar decisiones por ti mismo, volverte adicto a la persona o cosa de la que dependes, e incluso desarrollar problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión.

Pasos que puedes dar para ser más independiente

Hay algunas cosas que puedes hacer para ser más independiente. En primer lugar, intenta romper tu relación con la persona o cosa que te causa estrés. Esto podría significar separarse de ellos o dejarlos ir. Si todavía estás en una relación, es importante que te tomes un tiempo para ti y reflexiones sobre lo que realmente valía la pena. Si eres capaz de hacerlo, será más probable que encuentres otras relaciones que se ajusten mejor a tus necesidades y personalidad. A continuación, tómate un tiempo para ti. Esto puede significar salir a pasear, escribir en un diario o pasar tiempo al aire libre sin la persona o cosa que te estresa. Una vez que tengas algo de espacio y tiempo para ti, estarás mejor equipado para manejar el estrés y la ansiedad. Por último, es importante recordar que no somos nuestras emociones; somos individuos. Somos capaces de gestionar nuestras emociones de forma diferente a los demás, dependiendo de la situación.

Conclusión

Si sientes que no puedes hacer nada por ti mismo y necesitas que alguien te ayude, es el momento de cuestionarte si eres o no dependiente emocionalmente. La respuesta puede no ser la que esperaba. La dependencia puede hacernos infelices, perturbar nuestra vida y hacernos perder la cabeza. Si te sientes abrumado o no tienes control sobre tu vida, es hora de buscar ayuda.

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